El 2022 fue un año bastante complejo para el venture capital y las startups en América Latina: muchas empresas tecnológicas realizaron -y aún llevan a cabo- fuertes restructuraciones y recortes de personal para resistir el ‘invierno’ económico que aún enfrenta el sector, y otras tuvieron que cerrar sus operaciones ante el adverso contexto. Lo ocurrido hace unos días con el Silicon Valley Bank (SVB) añade más leña al fuego, con el 2023 posicionándose todavía como un año de desafíos que exigirá más de lo esperado a las startups regionales.
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