Cuando el derrumbe del Silicon Valley Bank (SIVB) era incontenible y ya la noticia había recorrido el mundo, el chileno Alberto Rodríguez intentó infructuosamente sacar su dinero de la entidad. No era todo, sólo cerca de un 10% de sus fondos, que aún están atrapados en un banco que se transformó en el epicentro de un terremoto que ahora sacude a los mercados.
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