La gestora Partners for Growth quiere popularizar el venture debt en América Latina
Foto: PFG/Divulgación
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La gestora Partners for Growth quiere popularizar el venture debt en América Latina

Y, para eso, cuenta con un fondo de US$ 325 millones para invertir en startups. En una entrevista con LABS, Julia Figueiredo, jefa de operaciones de PFG en la región, explica qué busca la gestora en las empresas latinoamericanas y las ventajas del venture debt

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La gestora estadounidense Partners for Growth (PFG) anunció esta semana la creación de un equipo para invertir en startups en América Latina. Con más de 200 clientes en su cartera, seis fondos, el séptimo en proceso de captación, y US$ 750 millones en activos bajo administración, PFG tiene al menos 20 años de experiencia exclusiva con un tipo de financiación aún poco común en Brasil y en otros países de América Latina: la deuda (o venture debt, o incluso growth debt, cuando el préstamo se destina a empresas que ya están en una ruta de crecimiento).

A diferencia de una ronda de venture capital, en la que los empresarios venden un porcentaje de su empresa a los inversores, en una ronda de venture debt los empresarios piden un préstamo al fondo inversor. La cantidad aportada, esta deuda, se pagará en un plazo determinado, ya sea con los fondos provenientes de una nueva ronda de financiación, o con la generación de beneficios o un evento de liquidez. Es una modalidad de financiación ideal para las empresas que ya han alcanzado un ritmo de crecimiento para evitar una dilución excesiva del equity de la empresa.

Quien liderará la operación de PFG para América Latina es la brasileña Julia Figueiredo, que en los últimos años se desempeñó como head para la región en el Silicon Valley Bank. En SVB, Julia trabajó con un fondo piloto de debt venture de US$ 30 millones lanzado en 2020 en sociedad con PFG e IBD Invest, el brazo de inversión del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Julia Figueiredo. Foto: Divulgación


Ahora al frente del proceso de mapeo de buenas oportunidades de negocio en América Latina para PFG, Julia centrará sus esfuerzos en Brasil, México, Chile y Colombia, actualmente los mercados más relevantes de la región y que reciben un mayor volumen de capital de riesgo.

Los fondos para las startups latinoamericanas provendrán del fondo seis de PFG, por un valor de US$ 325 millones. La empresa no dice exactamente cuánto pretende invertir en la región, pero el objetivo de Julia es financiar hasta 10 startups latinoamericanas en 12 meses, con cheques que van de US$ 2 millones a US$ 50 millones. El fondo PFG espera cerrar sus primeros acuerdos con dos fintech, una brasileña y otra colombiana, en rondas que suman US$ 60 millones.

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PFG es agnóstico sobre el sector y divide a las empresas en dos grandes categorías: empresas de tecnología que operan en diferentes áreas (como healthtech, proptech, edtech, entre otras) y fintech.

“Hacemos esta división porque en fintech podemos hacer cheques de entre US$ 10 millones y US$ 60 millones y también miramos empresas en etapa inicial, según el modelo de negocio. En cuanto a las tecnológicas, un grupo que incluye varias áreas y varios modelos, buscamos empresas en etapa de crecimiento y firmamos cheques menores, entre US$ 2 millones y US$ 25 millones”, explicó.

Vea los extractos principales de la entrevista de Julia para LABS:

Desmitificar la financiación de la deuda

“PFG ha estado trabajando exclusivamente con deuda durante 30 años, pero en Brasil y otros países de América Latina este tipo de financiación es relativamente nuevo y tiene una connotación peyorativa, como si una empresa recurriera a la financiación de deuda solo porque no logró una ronda de capital de riesgo. Queremos deconstruir eso. Queremos que el venture debt y el growth debt se vean como una alternativa y un complemento al venture capital. El equity es importante, sobre todo cuando la empresa se encuentra en una etapa inicial y está en un momento en el que ni siquiera es recomendable levantar fondos de deuda. Se trata, al fin y al cabo, de un proceso de educación sobre el producto, de deconstruir esa idea común de que una ronda de deuda es algo malo, o al menos no tan bueno como una ronda de venture capital. Este trabajo involucra tanto a los fundadores como a los fondos de capital de riesgo. Este es nuestro mayor desafío: promover la educación y el conocimiento de la marca.”

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Qué evalúa PFG en una empresa antes de invertir

“Lo fundamental es la planificación del crecimiento y los ingresos. No es necesario que la empresa genere ganancias, pero sí que tenga muy claro qué camino tomará para ser rentable. No es necesario haber recibido inversiones de capital de riesgo, también analizamos los llamados bootstraps, pero es un facilitador. Porque una empresa que ya ha recaudado capital de riesgo ya viene con la due diligence de la empresa de venture capital. También miramos el modelo, la demanda que satisface, en qué punto de la trayectoria se encuentra esta empresa.”

Ventajas del venture debt

“Con un producto de deuda, el emprendedor diluye menos el equity de la empresa; puede conservar entre el 80 y el 90% del equity que cedería en una ronda de venture capital. En la práctica, es un dinero más barato para la empresa. Es un recurso ideal para contratar un equipo, para comprar cierto tipo de activos, para una adquisición, o para ofrecer crédito, en el caso de las fintech. Un fondo de deuda tampoco ocupa un asiento en el directorio de la empresa, no participa en las decisiones relacionadas con la operación.”

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Producto personalizado

“El producto de deuda es muy adaptado a las necesidades de cada empresa. Así, el fundador nos dice lo que necesita – nos dirá si quiere cerrar una ronda de deuda en dólares, en reales, una línea de crédito, por ejemplo – y le cotizamos por el riesgo.

También ayudamos a este fundador a entender cuál es el arreglo ideal para él, la cantidad ideal de recursos que debe recaudar como deuda, en qué frentes debe asignarse este capital. No se trata de un recurso para capturar cuando la empresa tiene cero efectivo, por ejemplo, sino para aprovechar un crecimiento existente, para complementar una ronda o mejorar la posición para la próxima ronda. Por ejemplo, si la empresa quiere hacer una Serie B y necesita mejorar la valoración o alcanzar ciertas métricas, puede usar recursos de deuda para eso.”

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Lo que PFG espera para América Latina en 2022

“En 2021, América Latina recibió cuatro veces más venture capital que en 2020 y muchos inversionistas internacionales empezaron a mirar hacia la región. Pero hemos visto algunas señales de que los capitalistas de riesgo podrían desacelerarse,  ya sea por el escenario económico mundial o, a nivel regional, por las perspectivas relacionadas con las elecciones. Aunque la deuda de riesgo es un tipo de financiación de crecimiento atractivo en todos los entornos de mercado, vemos que las empresas se sienten aún más atraídas por la financiación de deuda cuando las condiciones de financiación de capital se hacen más estrictas y el capital de riesgo se vuelve más difícil o caro de conseguir.»

(Traducido por Adelina Chaves)

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