Conocida por su buen ojo para identificar buenos negocios aún en fase embrionaria – como una especie de “cool hunter”, pero de startups -, la empresa brasileña de capital riesgo Canary finalizó 2021 anunciando un fondo de inversión, el tercero de la firma, de US$ 100 millones, centrado en el primer cheque para empresas de América Latina.
Se espera que el fondo tres de Canary invierta en entre 40 y 60 startups en etapa inicial, manteniendo el ritmo de los fondos uno y dos, que recaudaron US$ 45 millones y US$ 75 millones, respectivamente, en 2017 y 2019, y firmaron cheques a 51 empresas cada uno. Con el nuevo fondo, Canary espera consolidar su posición como referente en early stage en América Latina y como socio local de grandes firmas globales de capital riesgo como SoftBank, Ribbit y QED.
Con solo cinco años de funcionamiento, los números confirman la reputación de la gestora: las empresas en que Canary invirtió ya han realizado 69 rondas sucesivas, que recaudaron US$ 2.300 millones en nuevas inversiones y generaron más de 5.400 empleos directos en toda la región. Entre estas empresas se encuentran Buser (transporte), Sallve (belleza) y Hashdex (activos digitales), consideradas referentes de innovación en sus áreas.
En una entrevista con LABS, Marcos Toledo, cofundador y socio gerente de Canary, habló sobre la tesis de inversión de la empresa, sobre la subjetividad necesaria para identificar las buenas ideas y los buenos emprendedores – “Nos hemos convertido en un hub de personas”, dijo Toledo -, y sobre el ecosistema de innovación de la región que, a cada aportación de capital riesgo recibe, más fértil se vuelve para los nuevos emprendimientos.
A continuación, los principales extractos de la entrevista:
LABS – ¿Podría hablar un poco sobre la tesis de Canary y por qué decidió seguir esta línea de inversión?
Marcos Toledo – La idea era crear una firma de capital riesgo en América Latina. El diseño de esta idea comenzó más o menos en 2015. En ese momento, veíamos emprendedores y emprendedoras de alta calidad – y que mejoraban cada vez más, muy rápidamente. Eran personas que creaban empresas en Brasil y América Latina. Y la industria de capital riesgo en la región aún estaba en desarrollo. Había pocos fondos y mucho espacio. Por un lado, había gente muy buena, que cada vez emprendía más, y por otro lado, faltaba dinero. Pero no solo dinero, sino todo un ecosistema. Había que desarrollar muchas cosas. Había pocos fondos y la mayoría se centraban en invertir en empresas que ya funcionaban, que ya tenían alguna tradición, clientes, equipo, etc. Y no había nadie que liberara un cheque inicial necesario para hacer viable un nuevo negocio.
Otra razón es que creíamos que estábamos bien posicionados para hacerlo, creíamos que teníamos la experiencia para hacer este tipo de cosas, para tomar riesgos. Cuando todavía no hay un negocio, se invierte en personas. Muchas veces invertimos y no teníamos ni la idea ni el nombre. Solo teníamos personas.
LABS – ¿Y cómo es el trabajo de Canary?
MT – Actualmente nos centramos mucho en atraer personas, en ayudar a armar el equipo inicial. Una vez que se reúne el equipo inicial, se empieza a probar la hipótesis. Por ejemplo, la hipótesis de que las personas quieren comprar un seguro de coche más barato, sin intermediario. Es una hipótesis. Se necesitan clientes para probar esta hipótesis. También tenemos que ayudar mucho en esta parte de conectar con los clientes. Luego, si se puede confirmar la hipótesis con los clientes, hay acelerar [la empresa]. Hay que hacer un poco de branding, un poco de PR [relaciones públicas], etc. Ayudamos a hacer estas cosas y también a traer capital. Somos expertos en conectar las empresas en las que invertimos con otros inversores globales. Estamos tratando de posicionarnos como el primer inversionista para las empresas, para los fundadores. Pero también como el primer inversor para los fondos globales. Hoy, los fondos globales se fijan mucho en nosotros, quieren ver lo que hacemos y usan nuestro trabajo como una especie de filtro. Terminamos convirtiéndonos en un hub de personas.
LABS – ¿Piensan avanzar a rondas más grandes?
MT – Canary quiere ser ese experto en el primer cheque. Ese es nuestro objetivo. Pero, como empresa de inversión, ya estamos haciendo otras cosas. En la misma empresa tengo otro socio, Júlio Vasconcellos. Es el administrador de Atlantico, un fondo [hermano] que invierte en rondas más avanzadas. Para responder a su pregunta: sí. Queremos hacer más cosas, hemos estado haciendo más cosas dentro de nuestro ecosistema, cada socio se centra en una estrategia.
LABS – ¿Qué sectores están mirando? ¿A qué apuestan?
MT – Es curioso el enfoque de invertir en personas porque, de hecho, los sectores y los negocios son el resultado de las personas que elegimos. Si me preguntan si voy a invertir más en salud o en fintech el próximo año, no tengo ni idea. Invertiré en gente muy buena, y esta gente está eligiendo como proyecto de vida algo interesante que puede ser algo muy, muy grande. Ya hemos estudiado empresas del mercado de créditos de carbono, hemos invertido en empresas que hacen infraestructura de crédito, en empresas de comercio electrónico, de infraestructura de Internet… Tenemos, de hecho, varios tipos de inversiones en diferentes sectores.
LABS – Miran menos al sector y más a las personas. Pero, ¿en qué se fijan exactamente? ¿Qué buscan en un fundador cuando deciden apostar por él?
MT – Es un análisis cualitativo. Tratamos, cada vez más, de usar datos para cuantificar esto. Porque es súper difícil, ¿verdad? Hoy usamos más de cuarenta variables que generan una puntuación. No estamos juzgando a las personas. Estamos tratando de juzgar nuestros análisis. ¿Cuál es el historial profesional de esa persona? ¿Desde cuándo estos fundadores se conocen? ¿Conocen el sector en el que trabajan ahora? ¿Conocen al consumidor con el que trabajan? ¿Conocen el modelo de negocio con el que trabajan?
En resumen, para responder de manera más concisa: tenemos que tratar de entender si el skill set, si las habilidades de ese grupo de personas tienen sentido para el negocio que van a montar. Es lo que llamamos founder-market fit.
Nos fijamos mucho – y es muy difícil de medir – en la ambición. Y esto viene acompañado de otra cosa que miramos mucho, que es la obsesión. ¿Estos fundadores están obsesionados o son un poco oportunistas? ¿Quieren hacer un proyecto de vida o siguen una moda? La obsesión también es algo difícil de medir, pero tratamos de usar muchas referencias – hablar con ex socios, ex jefes… – para intentar hacer una valoración.
LABS – ¿Cuál es su opinión sobre invertir en startups en etapa inicial centradas en ESG (Environmental, Social and Corporate Governance)?
MT – Estuvimos una semana haciendo reuniones de estrategia para este año y, de hecho, hablamos mucho al respecto. Lo que vemos es que, hoy, los emprendedores ya son mucho más conscientes. Incluso antes de hablar de ESG, esta nueva generación de empresas en América Latina estaba pensando mucho en gobernanza, en sostenibilidad… es parte de su agenda. Creo que es algo genial. Antes había una visión de que en las grandes fortunas ligadas a las empresas latinoamericanas siempre había algo mal, ¿no? El tipo evadía impuestos, no trataba bien a sus empleados… Siempre había algo.
Lo que me entusiasma mucho hoy es ver que la mayoría de las empresas en las que invertimos respetan al empleado, piensan en la diversidad, piensan en el impacto ambiental… es un negocio que está cambiando mucho. De nuestra parte, siempre buscamos personas que tengan esto en mente. Dicho esto, el fondo no tiene una cartera ESG. Como invertimos muy al inicio, a veces ni siquiera existe un business. Así que no filtramos por negocio, sino por personas. Pero elegimos personas en las que creemos y que están dispuestas a hacer las cosas bien. Creo que este es el punto.
LABS – El proceso de elección de una inversión tiene muchas variables subjetivas. ¿Cuánto tiempo dedican a este proceso antes de tomar una decisión y firmar el cheque?
MT – Es subjetivo, es cierto. Pero, por otro lado, ser subjetivo no es una razón para ser lento. No hay mucho que mirar. ¿Vamos a evaluar la contabilidad de la empresa? No. Porque la empresa aún no existe. Entonces, ¿qué tenemos que hacer? Utilizar el tiempo para analizar a las personas, buscar referencias, hablar con gente que ya las conoce… Y tenemos que sentirnos cómodos con estas variables. Pero no es un proceso largo. Y esta es una de las razones por las que creamos el fondo.
Cuando comenzamos a pensar en crearlo, faltaba un inversionista en Brasil – y en América Latina – que trabajara rápido. Porque los fundadores no tienen tiempo. El tiempo es muy escaso. Cuando se crea una empresa, cada día que pasa cuenta mucho en términos de su capital. Una de las razones por las que hicimos el fondo fue crear la posibilidad de cerrar las cosas rápidamente.
En nuestro ADN hay un gran respeto por el bien del emprendedor, que, en definitiva, es lo que importa. Nuestro objetivo es darle una respuesta en el plazo de una semana – si la respuesta es no. Y si pensamos que [la hipótesis] tiene sentido, a veces acabamos dedicando otra semana, como mucho, a hacer llamadas. Es algo que se puede decidir en dos, tres semanas como máximo. Se supone que tiene que ser rápido. Pero es un plazo que medimos en días, no en semanas.
LABS – ¿Canary ofrece lo que algunas firmas llaman founding services?
MT – Queremos ser una plataforma de ayuda a las empresas, pero muy especializada en esta etapa en la que operamos. Nuestros principales pilares son las personas y el capital. Y luego, eventualmente, los clientes, etc. No somos un fondo tradicional, que actúa como asesor.
LABS – ¿Uds. tienen alguna historia de fracaso en su cartera?
MT – Eso forma parte de nuestro trabajo. Sabemos que buena parte de las empresas no alcanzarán su objetivo, lamentablemente. Pero así es como funciona la innovación. Siempre tratamos de entender qué pasó y, en la mayoría de los casos, [lo que está mal] es la hipótesis.
LABS – ¿Y cómo se evalúa cuál es el momento de salir de una inversión?
MT – Hacemos los primeros cheques en los dos o tres primeros años (en un fondo a diez años). Los años siguientes, continuamos invirtiendo, ayudando a las empresas, pero tenemos un horizonte a largo plazo. Por lo tanto, nuestra idea, en realidad, es salir solamente cuando necesitamos salir, cerca del final del fondo. Hubo algunos casos en que salimos antes, pero ha sido porque los propios fundadores quisieron vender las empresas.
LABS – Ha habido un salto en las inversiones de capital riesgo en Brasil y América Latina en los últimos cinco años. En su opinión, ¿qué explica este apetito de los fondos?
MT – El mundo del capital riesgo está un poco alejado del resto de la economía. Mientras vemos que las tasas de interés suben, la bolsa de valores cae… en el mundo de venture ocurre lo contrario, la economía se acelera. Creo que una de las razones de esto es la maduración del ecosistema, del mercado.
Nuestra visión es que estamos apenas en el principio. Hay noticias que hablan de récords [de inversión], pero venimos de una base tan pequeña… y aún se están construyendo los cimientos. No hay una variable única. El primer unicornio en Brasil surgió en 2018, si no me equivoco. No había ninguno antes. Ahora, en América Latina, según mi cuenta, hay casi 30. ¡En cuatro años! Fue muy rápido. Antes no había nada. Hoy hay algo. Y ese algo empieza a llamar mucho la atención de los talentos y, de nuevo, volvemos a la historia de que solo se construyen empresas con personas. Y empieza a haber un gran flujo de personas que migran a estas empresas. Con eso, el funding comienza a seguir a estas personas. Esa es una de las razones.
La otra es que hubo poca actividad de fondos no locales. Por lo tanto, la mayoría de las actividades provenían de fondos locales – brasileños o latinoamericanos. Lo que está sucediendo ahora es que vemos varios fondos globales dirigiendo su radar hacia aquí debido a la maduración del ecosistema, y también por el hecho de que todavía hay mucho por crear aquí – o, como decimos, en broma, hay mucha “vegetación alta”. Otra parte de la maduración del ecosistema, que creo que es bueno destacar, es que ahora vemos cada vez más emprendedores que vuelven a intentar. Eso es algo que no se veía casi. Ahora, ya hay gente que ha emprendido y, más allá de si tuvo éxito o no, vuelve a emprender.
En nuestro fondo tres tenemos muchos más emprendedores de este tipo que en los fondos uno y dos. Son personas con más experiencia. Creo que los fondos globales ven que esta es una región con muchas oportunidades. Que ahora es el momento de mirar a América Latina.
Traducido por Adelina Chaves