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SMU prepara el lanzamiento de plataforma que crea un mercado secundario de crowdfunding en Brasil

El proyecto, que tiene como socios a Atris y nTokens, fue el cuarto en ser aprobado dentro del sandbox regulatorio de la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM) de Brasil, aún en diciembre del año pasado. La idea es lanzar, a partir de junio, una oferta de hasta BRL 10 millones por mes a través del proyecto

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Start Me Up (SMU) Investimentos está casi lista para empezar a probar un mercado secundario de activos de startups provenientes de operaciones de crowdfunding. Al menos tres startups que realizaron ofertas primarias a través de SMU, y que tuvieron una gran demanda en su momento, ya están listas para lanzar sus operaciones secundarias a partir de junio.

El proyecto SMU, que tiene como socios a Atris y nTokens, además de otras empresas asociadas, como iugu y Demarest Advogados, fue el cuarto aprobado dentro del sandbox regulatorio de la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM) de Brasil, en diciembre del año pasado. Dos meses antes, la CVM aprobó los proyectos Vórtx QR Tokenizadora (de la fintech Vórtx y la cartera de marcas QR Capital), Basement y BEE4 (este último similar al de SMU).

Lo que propone SMU es la creación de un mercado secundario de valores mobiliarios emitidos o representados por token (representación digital de un activo financiero real en un blockchain existente) y que surjan de ofertas realizadas en plataformas de crowdfunding, en un mercado extrabursátil organizado (es decir, en un entorno con sistemas informatizados y reglas supervisadas por la CVM).

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Para poner en marcha la idea, SMU tendrá, a través del sandbox regulatorio, dos licencias temporales: administrador de mercado secundario en la modalidad extrabursátil organizada y escriturador de valores mobiliarios. Los valores mobiliarios a negociar serán escriturados por SMU y tokenizados por nTokens. Atris, una empresa de tecnología para mercados de capitales, es la licenciante de una empresa estadounidense que es la socia tecnológica del proyecto, pero que, por razones contractuales, no puede revelar su nombre antes del lanzamiento oficial de la plataforma.

SMU también deberá cumplir con ciertas condiciones impuestas por el colegiado de la CVM cuando se apruebe el proyecto. Como inversor líder en las inversiones de crowdfunding que promueve, podría haber un conflicto de intereses en sus operaciones secundarias. Para evitar que esto suceda, la startup deberá crear una sociedad de propósito especial (SPE) para cada oferta secundaria que lance dentro del nuevo proyecto, con un tope de inversión para cada operación de BRL 10 millones. “Y la tecnología blockchain es lo que le dará seguridad al inversor, lo que servirá de libro de registro de estos activos y operaciones”, dijo a LABS el CEO de SMU, Rodrigo Carneiro.

La idea es que todo esté listo para empezar en junio. Durante un año, SMU puede hacer hasta 10 cotizaciones, por un valor de hasta BRL 10 millones cada una. Estas cotizaciones pueden provenir de inversiones promovidas por la propia SMU o de competidores en el segmento (ya hay conversaciones avanzadas con otras plataformas para su participación en el proyecto). Brasil tiene 10 plataformas de crowdfunding registradas en la CVM, además de SMU, CapTable y EqSeed son las más grandes.

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El cronograma de ofertas para el lanzamiento oficial del proyecto de SMU ya está en la CVM. Incluye seis startups que han realizado sus ofertas primarias a través de su plataforma y cuatro que han recaudado sus primeras inversiones a través de otras plataformas de crowdfunding. ‘Entre estas seis, ya tenemos algunas preseleccionadas, pero aún falta resolver cuestiones contractuales y verificar que las empresas puedan cumplir con obligaciones como la publicación recurrente de resultados a los inversores’, dijo Carneiro.

SMU espera poder lanzar una oferta cada mes. El criterio básico es que las startups hayan tenido una gran demanda en la operación primaria de crowdfunding. “Si todo sale bien o si la CVM quiere hacer otro período de prueba, puede renovar este período por un año más. Y, después, decidirá si otorga las licencias [definitivamente] o crea nuevos tipos de licencias [para este nuevo tipo de operación]”, dijo Pedro Rodrigues, CTO de SMU.

El interés de los inversores por revender las acciones obtenidas a través de ofertas primarias de crowdfunding existe desde que la CVM reguló este tipo de operación en Brasil, en 2017. “Cuando la CVM reguló la actividad, dejó en claro que no podría haber negociación secundaria. Pero los inversores nos contactan para preguntarnos cómo pueden vender su participación. Podemos ayudarlos de una manera muy artesanal. No puedo proporcionar un entorno para que lo hagan de forma automatizada. Entonces, lo que hacemos es indicar, por ejemplo, los tipos de contratos que necesitará tener en la mano para negociar con los fundadores, reforzando que nosotros también [como inversores] tendremos que firmar. Atendemos a estos inversionistas, pero también queremos atraer a otros que no invierten porque no hay un mercado secundario. Por eso aprovechamos esta ventana de oportunidad del sandbox regulatorio y llamamos a la puerta de la CVM”, explicó Carneiro.

SMU no está inventando la rueda, sino probando la creación de un ecosistema que ya está bien desarrollado en mercados como el Reino Unido y Asia. “Estos son los mercados en los que nos reflejamos. Estados Unidos es un mercado particular, un mercado muy grande, con normas específicas en cada estado. Es muy complejo. En Brasil ya tenemos un mercado considerable y estamos llegando a un nivel de demanda reprimida. No podremos aumentar mucho la financiación [primaria] hasta que haya una salida para los inversores, es decir, un mercado secundario. Es un ciclo dinámico. La gente quiere poder dejar una empresa e invertir en otra”, señaló Rodrigues.

Actualmente, un inversor en startups necesita esperar algún evento de liquidez para poder “retirar” su inversión. La llamada “salida” se produce cuando ocurre la venta de la startup a empresas más grandes, la recaudación de fondos por parte de fondos de capital de riesgo o incluso una oferta pública inicial.

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En opinión de los ejecutivos de SMU, los inversores brasileños están cada vez más abiertos a asumir riesgos. Lo que los aleja son las imposibilidades de liquidez, ya que todavía no quieren comprometerse a plazos tan largos para sus inversiones. “Es común que las inversiones en startups duren más de cinco años, ya que el retorno está ligado al momento de desarrollo del negocio de la startup”, explicó Diego Pérez, socio cofundador de SMU, que desde 2019 sigue de cerca las discusiones sobre la implementación del sandbox de la CVM .

El mercado secundario es también una oportunidad para que los inversores aumenten su posición en las startups en las que ya han invertido. Este tipo de transacción también se puede realizar en la plataforma del mercado secundario, teniendo registrado en blockchain el control y transferencia de propiedad del papel . La liquidación financiera, por su parte, se realizará mediante la transferencia de fondos a través de un monedero digital o “wallet”.

SMU tiene actualmente 31.000 cuentas registradas y 6.000 inversores activos en su plataforma, que ya superó el volumen de BRL 52 millones en inversiones en 40 transacciones desde 2015, cuando empezó a operar. Actualmente, el ticket promedio de los inversores en la plataforma ronda los BRL 12.000. Solo en 2021, la plataforma fue la segunda más activa, recaudando algo más de BRL 28,1 millones en 15 rondas.

(Traducido por Adelina Chaves)