Una parte del equipo de Fhinck, una startup de IA capaz de analizar datos de eficiencia operativa de personas, procesos y plataformas, identificando a los empleados que están cerca de sufrir un agotamiento o incluso áreas que podrían automatizarse, se embarcó esta semana hacia Tampa, Florida, en Estados Unidos. Aunque ya está presente allí y en otros seis países, incluido Brasil, la compañía abre ahora una oficina fija en ese país con el objetivo de probar sus soluciones en el mercado más competitivo del mundo y también para conquistar más clientes con peso global.
En la actualidad, Fhinck ya presta servicios a empresas como Accenture, Unilever, Natura y Kroton, entre otras, y ahora busca más organizaciones de este calibre. Según Paulo Castello, fundador y CEO de Fhinck, que trabajó anteriormente en empresas como Walmart, Marfrig, Nokia y Odebrecht, el plan de expansión de la startup, fundada en 2014 con vocación global, ya tiene un diseño definido.
“Ya hemos mapeado las cinco regiones en las que tenemos que estar. Además de Estados Unidos y Brasil, están en la lista América Central (Costa Rica), Europa del Este (Polonia) y el Sudeste Asiático (Malasia). Son regiones a las que acuden las grandes corporaciones porque allí encuentran mano de obra más barata, incentivos fiscales y donde se habla más de un idioma”, dice Castello. Destaca también que es en estas regiones que las empresas prueban y contratan servicios que luego atenderán a toda la corporación.
Entre los muchos usos que pueden tener las herramientas de Fhinck, Castello «se encontró» en el área de la hiperautomatización, una de las 12 principales tendencias tecnológicas para 2022, según la consultora Gartner. “Hay muchísimas aplicaciones, pero cuando leí más sobre la hiperautomatización, me di cuenta que ahí es exactamente donde encaja Fhinck.”
Nuevas funcionalidades
Fhinck lanzó recientemente dos funcionalidades basadas en esta idea. Una de ellas es “Task Mining”, que consiste en mapear las tareas realizadas y transformadas en indicadores en tiempo real. Esta captura de indicadores se realiza sin depender de ninguna integración con otros sistemas de la organización y es capaz de ayudar a la empresa a identificar cuellos de botella, costos, fallas de calidad e incluso mostrar el estatus de las grandes rutinas periódicas, como el cierre contable que, a su vez, genera una gran carga de trabajo para las áreas financieras.
“El algoritmo identificará, por ejemplo, cuántos Control X+Control V se realizan y los sumará a otra variable, como el número de sistemas que se usan a lo largo del día, lo que indicará el grado de complejidad de la tarea de un empleado y un área determinados. Así, el sistema realiza una clasificación de las áreas con mayor probabilidad de ser automatizadas. En resumen, las actividades menos complejas y más repetitivas suelen ser las que se sitúan en los primeros puestos [de este ranking]. Esto se hace a través de una puntuación: cuando la suma es baja, indica automatización; cuando es muy alta, indica alta complejidad, y entonces la ‘medicina’ no es la automatización, sino la estandarización de las tareas que pueden reducir esta complejidad”, explica Castello.
Según él, mientras que las empresas suelen tomar decisiones de este tipo de arriba hacia abajo, las soluciones de Fhinck generan insights de abajo hacia arriba y son, por lo tanto, más asertivas.
De forma complementaria, Fhinck también lanzó recientemente la funcionalidad de un “Asistente Virtual”, un robot que habla con el usuario y que, a partir de la captura de datos y la interacción con la máquina, le ofrece recomendaciones e insights personalizados para incrementar su desempeño profesional y mejorar su experiencia digital. El asistente también se preocupa por la salud y el bienestar del usuario, midiendo su tiempo de pantalla, proponiendo pausas durante el día, y señalando la necesidad de levantarse y estirar las piernas o de hidratarse con un vaso de agua.
Las organizaciones también pueden utilizar esta misma funcionalidad para activar comunicaciones, medir la satisfacción de los empleados, realizar encuestas e interactuar con los empleados de forma remota. “La tecnología permite ‘menos control’ y más autonomía del profesional, ya que recibe diariamente un feedback sobre el flujo de las tareas, si éstas son repetitivas, así como puntos de mejora para realizar las tareas de una forma más ligera, segura y eficiente”, destaca Castelló.
Las soluciones de Fhinck se pueden adquirir en un modelo de autoservicio, a través de una suscripción anual. Y aunque al principio es estandarizado, el algoritmo que hay detrás de las aplicaciones aprenderá y personalizará las soluciones para cada empresa, dice Castello.
Castello no reveló los ingresos ni otras métricas de la empresa porque está negociando una ronda Serie A, la primera en la historia de la startup.
Traducido por Adelina Chaves